sábado, 30 de abril de 2016

INTRODUCCION A LAS CONFECIONES:


Me llamo Esperanza Adamis, pero mis amigos me dicen Hope y yo prefiero Hope Adams, estoy por cumplir los 21 años y creo que es el momento justo para externar el torbellino de emociones que llevo dentro. Naci en la capital de colombia, pero desde muy chica mis padres se instalaron en los Estados Unidos, por ello mi infancia y mi adolescencia la pase allà. Supongo que de ahi viene el que mi conducta sea tan liberal. Nunca me ha desvelado el que dirán; siempre he tenido muy claro que lo que las personas piensen de mí, además de ser su problema es algo que esta fuera de mi control.  No obstante reconozco que en el mundo en el que vivimos las aventuras amorosas de los hombres reciben celebración; mientras que el estigma que recibe una mujer que disfruta del sexo en todas sus formas la descalifica frente a la sociedad. Por ello decidí fabricar una imagen de niña buena a la que todos adoran, mientras por debajo de cuerdas hacia y deshacía como se me daba la gana. No fue mi primera opción, pero no me llevo mucho comprender que las puras e inocentes despiertan toda clase de perversiones y esa era mi meta.

Reconozco que además de divertido, me resulto mucho más fácil de lo que imaginaba. Es triste ver como la mayoría de las personas se dejan engañar por las apariencias; pero mientras sirviera a mis propósitos me anunciaría al mundo como la más inocente. Como todas las mujeres poseo dos armas capaces de derrumbar gobiernos, enemistar familias, destruir empresas e iniciar guerras…soy inteligente y tengo una vagina y lo mejor de todo es que sé cómo usar ambas.

Inicie una carrera de sexo, lujuria y auto complacencia en la que no deje títere con cabeza. El poder que ejerzo sobre los hombres; en especial los mayores me abrió todas las puertas con la misma ligereza que yo abrí las piernas; sin embargo ninguno de ellos es una victima inocente. Todos sabían muy bien lo que hacían pero optaron por caer rendidos ante sus bajos instintos. Tampoco me mal interpreten, yo tampoco soy tan inocente, hice lo que hice porque podía; pero principalmente porque era lo que quería y yo siempre hago lo que quiero sin reparar en las consecuencias.

Estos son los relatos de mis aventuras; estos son los sucios secretos de una Lolita. Léanlos si es que se atreven.


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